Turismo en Ribadesella

Información imprecindible

El mítico Descenso del Sella en canoa, las tranquilas aguas de sus playas, como Santa Marina o Vega, o cada rincón de este municipio, plagado de aldeas y pueblos con encanto, es una invitación a la belleza.

Los amantes de la prehistoria encontrarán en la Cueva de Tito Bustillo un santuario del arte rupestre. Y el sorprendente enclave de la Cuevona de Cuevas del Agua no dejará a nadie indiferente. Los acantilados del Infierno y otros miradores de la costa ofrecen panorámicas inolvidables en cualquier época del año.

El casco urbano de Ribadesella se despliega con un inconfundible trazado que se extiende a ambas orillas del río Sella. El paseo marítimo de Santa Marina nos cautiva con sus elegantes casonas de indianos. En el Casco Antiguo, son sus callejuelas y calles bien trazadas, sus plazas recoletas las que nos invitan a un paseo continuado. Los murales de la Iglesia de Santa María Magdalena son una obra extraordinaria y una visita obligada. El puerto pesquero mantiene la esencia de Ribadesella, con su lonja y abundantes sidrerías para degustar insitu las mejores tapas marineras. Y siguiendo el trazado del puerto, el paseo de la Grúa ofrece un recorrido muy bello a lo largo de la ría. Desde el final de este paseo podemos ascender a la Ermita de la Virgen de Guía, un alto natural que domina la desembocadura del Sella, la playa, la villa, la montaña y el mar a un mismo tiempo. Se trata, sin exagerar, de uno de los miradores más bellos de nuestro país.